Incendios: Origen, colillas abandonadas o arrojadas
El 3% de los incendios tienen su origen en colillas.
Llega el calor y con él se incrementa el riesgo de incendios forestales. En España se considera que el período de riesgo de incendio se extiende desde el 1 de junio al 1 de noviembre.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (Magrama), citados por Ecologistas en Acción, el 3% de los incendios forestales , 21.000 incendios en los últimos diez años tienen su origen en colillas de cigarrillos abandonadas o arrojadas desde algun vehículo. Pese al descenso del número de fumadores y a la concienciación de la población sobre los incendios, aún sigue siendo uno de los graves peligros para bosques y campos. Hasta el punto en que esta conducta (arrojar objetos desde los coches en marcha, incluidas colillas de cigarrillos) está castigada con multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir.
Consejos para evitar incendios:
1. No arrojar colillas por la ventana del coche
Ni siquiera a la carretera por la ventanilla del coche, porque el viento puede transportarla y activarla. Lo mejor es no fumar en el campo, pero si no se puede evitar, usar un recipiente para las cenizas, apagar bien la colilla y recogerla.
Arrojar objetos o colillas por la ventanilla tiene una sanción de 200 euros y pérdida de 4 puntos de carné.
2. No abandonar residuos que puedan provocar un incendio
No abandonar residuos como botellas y objetos de cristal (actúan como una lupa), papeles u otro material combustible puede acabar en tragedia.
3. No hacer fuego en época de incendios
El 95% de los incendios forestales son provocados por el ser humano, en su gran mayoría por negligencias.
Entre el 1 de junio y el 1 de noviembre es la época de mayor riesgo de incendios y sobre todo, el mediodía y el atardecer y los fines de semana de julio y agosto. Cualquier pequeña chispa o llama pueden causar un desastre. Por ello, no hay que hacer fogatas o barbacoas ni quemar rastrojos o demás restos agroforestales.
4. Actuar con precaución en zonas de riesgo
En las zonas de riesgo de incendio hay que ser muy precavido. Ecologistas en Acción recomienda que en las viviendas de dichos lugares no se pongan setos de especies que ardan con facilidad (arizónicas, cipreses, etc.), no se construyan barbacoas en sus límites, o no utilizarlas en los días de viento y de mayor riesgo, y depositar los residuos en los contenedores o vertederos habilitados.
Sus propietarios deberían aprobar un plan de autodefensa (instalar depósitos de agua e hidrantes en las calles, mantener los caminos aledaños despejados de vehículos y vegetación, etc). Las personas que salgan a la naturaleza deberían conocer bien el entorno y los diferentes caminos, no salirse de los lugares señalizados e intentar ir por zonas con visibilidad.
5. Evitar el uso del coche o aparatos mecánicos
Los coches o cualquier otro vehículo de combustión deberían aparcarse en aparcamientos habilitados o, al menos, en zonas despejadas de pastos o matorral. El tubo de escape en contacto con matorrales secos podría generar un incendio. Y no hay que utilizar desbrozadoras, motosierras o cualquier otro aparato mecánico que pueda provocar chispas o calor intenso.
6. Invertir en gestión forestal
La prevención mediante una correcta gestión forestal evitaría los grandes incendios forestales. Sin embargo, solo el 13% de las masas forestales de España lo posee.
7. Aumentar la concienciación ambiental
El 95% de los fuegos forestales son provocados por el ser humano, en su gran mayoría por negligencias. Concienciarse de los riesgos y las consecuencias de un incendio forestal puede ser la mejor forma de acabar con ellos. También es importante asumir una actitud activa:
- compartir con las personas cercanas los consejos para evitar un incendio.
- avisar a las autoridades públicas de vertidos en el monte y retirar residuos susceptibles de provocar un fuego.
- apagar bien fogatas abandonadas, etc.
8. Aplicar la ley y aumentar los controles
La normativa medioambiental se debería aplicar en todo su rigor contra quienes provocan incendios forestales. Asimismo, se necesitan más medios humanos y técnicos para impedir estos delitos o al menos para que no queden impunes, así como para extinguirlos con el menor impacto posible.
9. Saber reaccionar ante un incendio
Si se ve un incendio o una columna de humo, el tiempo es vital: hay que telefonear de inmediato al 112 de Emergencias o al 062 de la Guardia Civil y dar el mayor número de datos posibles. Para que el incendio no nos dañe, es esencial huir lo más deprisa posible en contra de la dirección del viento o por un lateral, nunca ladera arriba ni hacia barrancos u hondanadas, buscar un claro y si se va en coche, cerrar las ventanillas. Si se colabora en las labores de extinción, no hay que quedarse solo y hacer siempre caso a los expertos o personal autorizado.
Si se va hacer un fuego
Fuera de la época de incendios, hay que solicitar permiso para la quema de residuos forestales y hacerlo con las debidas precauciones.
Los campistas que quieran hacer una fogata o una barbacoa, tienen que encenderlas solo en lugares permitidos (nunca debajo de árboles) y prepararlas bien para que no se descontrolen (en las fogatas de acampada, hacer un pozo para que queden un poco hundidas en la tierra, colocar piedras alrededor, despejar hojas y ramas, alejarlas de lugares con viento, o tener cerca recipientes con agua). Para apagarlas, usar abundante agua en el centro y alrededor y remover las cenizas para comprobar que estén apagadas.
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