Los accidentes que ocurran cuando se utiliza un medio de transporte público están cubiertos por el Seguro Obligatorio de Viajeros, que va unido al billete de transporte. Este seguro tiene su propio baremo (distinto al baremo de accidentes de tráfico) para calcular las indemnizaciones por lesiones que sufran los pasajeros de los distintos medios de transporte.
Se trata de un seguro que cubre únicamente los daños personales (lesiones). Los materiales quedan excluidos de la cobertura de este seguro, lo que no significa que si algún pasajero sufre daños materiales como consecuencia de un accidente no pueda reclamar los mismos. Simplemente tendrá que reclamar a otro seguro, si lo hay o directamente al responsable del accidente.